24 de diciembre de 2009

EDUCANDO CON LA TV,

Dadas las fiestas he aprovechado para hacer un desayuno en familia. Mis hijos me han pedido poner la TV, la verdad no me hacía gracia, pero he accedido.
He observado la serie que veían, parecía algo intranscendente, de adolescentes, pero me ha llamado la atención.
¿Qué era lo que me llamaba la atención? Se trataba de hacer un concurso para el que había que estudiar mucho, como un concurso de cerebritos. En esas que para prepararlo les aparece, a los protagonistas, un profesor con una idea novedosa. Menos estudio y más práctica, hacer más atractivo el estudio a través de juegos de cartas, fiestas de disfraces, caracterización de la época.
Aprenden mucho, pero no adquieren los conocimientos necesarios para responder a una serie de preguntas que obedecen más a un estudio memoristico que a un verdadero aprendizaje.
Como no podía ser de otra forma, pierden el concurso.
Pero ellos reconocen que han aprendido mucho, aunque no se sepan nombres, fechas, sí que perciben y entienden lo que significan esos acontecimientos, lo que supusieron esos hechos.
Es todo un ejemplo de lo que debería ser la TV, algo que nos complemente en la educación de nuestros hijos.